José Eduardo Mora director@eljornalcr.com
(SAN JOSÉ, 19 DE ABRIL, 2014-EL JORNAL).La alcaldesa interina de Aserrí, Ana Marcela Marín, afirmó a EL JORNAL que el impacto que producirá la trocha abierta en Tarbaca en la toma de “El guaco” obligaría al municipio a suspender el servicio de agua, lo que traería consecuencias impredecibles para la población.
Una vez que el lodo que se forme con las primeras lluvias empiece a bajar junto con el caudal del agua, ello hará que los tubos del acueducto no resistan la cantidad de material, por lo que la única salida sería la suspensión del servicio.
El jueves Santo, Marín comprobó en compañía del ingeniero David Alvarado, del área ambiental de la municipalidad, y el geólogo Rolando Mora, la situación del camino que se abrió en la finca propiedad de Alfonso Castro.
“Esta es una situación realmente grave. Estamos sumamente preocupados porque cuando esperábamos mejorar el servicio con la llegada del invierno, ahora tendremos un problema más grande”, afirmó Marín.
La alcaldesa interina, que sustituirá de forma definitiva a Víctor Morales a partir del 8 de mayo, agregó que “tengo la notificación de los inspectores de que no se dieron permisos para abrir esta trocha. Esto puede obligarnos a suspender el servicio y tener que trabajar con cisternas. En este momento buscábamos opciones de más agua y esperábamos que lloviera, pero ahora si llueve esto puede ser una catástrofe”, dijo Marín.
Tanto el representante del Ministerio del Ambiente y Energía (Minaet) para la zona, Alexánder Méndez, como las autoridades del municipio, tomarían las medidas legales tan pronto se reinicien las labores en el Tribunal Ambiental este próximo lunes.
Sobre este tema, la alcaldesa, por respeto a las partes, prefirió no referirse, pero EL JORNAL supo que se estaría presentando una demanda contra Castro por el impacto ambiental que causaría el camino que abrió en su propiedad.
Alvarado explicó que “todo el centro de Aserrí y Salitrillos” se verán afectados una vez que el lodo llegue a la planta de tratamiento.
“No podremos manejar la cantidad de partículas que lleguen a la planta. No sé siquiera si el propio AyA tiene capacidad de manejar una cantidad de lodo como el que se espera”.
El ingeniero detalló que para poder abastecer a los pobladores, una vez que el lodo deje fuera de circulación a la planta de tratamiento, se requerirían 65 cisternas diarios, pues la planta es capaz de almacenar 1,5 millones de litros.
“Necesitaríamos una inversión de casi siete millones diarios para mantener el servicio de agua y eso es insostenible desde el punto de vista económico”.
