La salida de Andrés Caveric de la dirección técnica es solo uno de los eslabones que no funcionan en el equipo rojinegro.
En adelante, entonces, el foco debe ponerse en los jugadores. Es extraño que en una década hayan ganado tan poco y hayan tenido tantas condiciones favorables como nunca en su historia.
Frente a ello, tienen que pedirle mucho más a Joel Campbell, que llegó como la estrella, pero cuyo rendimiento hasta ahora es muy discreto. Tienen que ser más exigentes con las contrataciones de futbolistas extranjeros, han pasado muchos sin pena ni gloria, y la más reciente contratación, Manrekar James, es un jugador de corte medio, torpe en muchísimas ocasiones con la pelota y esto en un central es una bomba de tiempo.
Con los de casa también deben aumentar la exigencia. El partido de Aarón Suárez frente al New England Revolution fue muy deficiente. Los laterales de la Liga aportan poco o nada en ataque y en defensa son de regular para abajo.
En el mediocampo tienen a Edwar Cedeño, pero en Costa Rica deben estar esperando esa oportunidad al menos 20 jugadores iguales o mejores, pero en la Liga miran hacia afuera y contratan sin ton ni son.
El entrenador que llegue, además, debería hacer una limpia en todos los estamentos del cuerpo técnico. Nuevos aires, nuevos retos, nuevas ideas. En la Liga algunos se han anquilosado y eso tampoco conviene.
En fin, que el cambio del técnico ya no era postergable, pero ahí no está la solución total, porque hay muchos cabos sueltos en el equipo manudo.
Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez. Esta columna se publica a diario en FXD y EL JORNAL
