(JUEVES 27 DE ABRIL 2023-EL JORNAL). En una excelente columna publicada en el diario La Nación de Argentina, Ezequiel Fernández Moores devela cómo la Inteligencia Artificial (IA) sería incapaz de predecir los movimientos geniales de un tal Garrincha, que hizo que Brasil saliera campeón en el 62, donde fue el jugador más determinante de su selección.
Ahora que está de moda el ChatGPT y que se consulta para todo, incluso para saber si es el momento preciso de soltar algún halago a la pareja para volver a reconectar en caso de alguna impronta que hubiese habido en el camino.
Javier Sampedro, especialista de la ciencia que escribe para El País, aclara en su columna de hoy 27 de abril, que esto del ChatGPT es mucho cuento y poco misterio.
El ChatGPT-4 es capaz, nos dice, de procesar 32.000 palabras de un solo golpe, y en la gran capacidad de procesamiento estriba la gran diferencia con sistemas anteriores.
El ChatGPT no está en condiciones de solucionar los grandes problemas de la humanidad como la soledad y el afán de poder por el poder, que hoy y desde tiempos inmemoriales entorpece la historia y el desarrollo de la humanidad.
De igual forma, podríamos deducir que por más teoría, por más pizarras que haya y por más sistemas que se ensayen si los jugadores no poseen las cualidades que imagina su técnico, todo será una bella y pobre ilusión a la vez. Nadie juega como el Barcelona de Guardiola porque lo soñó una tarde de abril, de ese abril que para le pertenecía en medio de la nostalgia y la derrota al poeta Isaac Felipe Azofeifa.
Ahora los equipos más modernos están aferrados a contratar a sus nuevos jugadores partiendo de sistemas inteligentes y dejando de lado la mirada del viejo zorro que para determinar si un futobolista es bueno o no, antes vio 900, 1000, o 7000 partidos como lo hizo en su tiempo Richard Möller Nielsen, entrenador de la Dinamarca que ganó la Euro del 92.
Ese ojo clínico del que tanto hablaban García Márquez y Onetti, quien en Los Adioses tiene un personaje fascinante, por esa facilidad para saber quién está enfermo con solo mirarle, hoy se ha dejado de lado en el fútbol y en la vida.
En Curvas de la vida, Clint Eatswood interpreta a un visor de talentos de beisbol, viejo y solitario, que, contra todo pronóstico, sostiene que la próxima estrella que todos auguran tiene problemas con los lanzamientos curveados.
En síntesis, el ChatGPT no solo no hubiera podido prever la magia de Garrincha, sino también de Maradona, Ronaldo, Di Stéfano y Ronaldinho.
Hoy que todo es Inteligencia Artificial y el bendito ChatGPT que, por mí, se puede ir al carajo, me quedo con el personaje de Onetti, con el doctor Juvenal Urbino de El Amor en los Tiempos del Cólera y con el ojo clínico de Marvin Rodríguez, cuya capacidad en su momento, incluido quien escribe, no supimos valorar, dado que históricamente hemos preferido todo lo que suene a juegos artificiales y encantos de serpientes.