(SAN JOSÉ, COSTA RICA, 16 DE SEPTIEMBRE, 202O-EL JORNAL). El fútbol de Costa Rica vive días turbulentos.
Ahora es el Ministerio Público el que plantea una acusación contra algunos de sus miembros, entre ellos Eduardo Li y Rafael Vargas, por lo ocurrido en el Mundial Sub17 femenino realizado en el país en el 2014.
Tanto Li como Vargas se sacudieron de inmediato de las acusaciones. El primero al aducir que ya fue juzgado por esos hechos en Estados Unidos y Vargas en un comunicado sostiene que su actuar siempre fue apegado a derecho.
Más allá de hasta dónde puedan llegar las indagaciones que se plantea el Ministerio Público, lo que sí está claro es que nuestro fútbol lejos de avanzar va en retroceso.
El fútbol nacional requiere de una cirugía mayor. Necesita un borrón y cuenta nueva, pero no sin antes que cada cual se haga reponsable de sus actos.
Lo que ocurre en la Segunda División actualmente, con un descontento casi absoluto de los equipos. Las voces que se levantan en LINAFA para denunciar presuntas irregularidades. La forma en que fue elegido el actual Comité Ejecutivo de la Federación.
Son muchas interrogantes juntas. Es hora de que surja la transparencia y que vuelva a brillar el sol en la Federación y que no tengan que salir denuncias como la hecha por Marjorie Sibaja, quien fuera vocal, y se marchó al aducir que ahí dentro pasaban situaciones inadmisibles.
El fútbol le pertenece a los aficionados, quienes son los que pagan, los que apoyan en las buenas y en las malas, y quienes, en realidad, aman a este deporte.
Los señores de pantalón largo no tienen derecho a manejar este deporte como si fuera una pulpería de mediados de los años cincuenta.
¿Hacia dónde va la Federación? ¿Hacia dónde va nuestro fútbol? ¿Qué grado de credibilidad tienen los actuales dirigentes? ¿Por qué no dan la cara y responden uno a uno los cuestionamientos? ¿Por qué hay un clima de si usted habla lo acuso con su superior? ¿Por qué son tan sensibles a las críticas? Y claro, vendría un largo etcétera de inmediato.
Corren aguas turbulentas en el fútbol de Costa Rica. Los señores que hoy están cómodamente sentados en la plataforma dirigencial deben muchas explicaciones. Y ya se sabe que la sabiduría popular es infalibe: Cuando el río suena, piedras trae.
*El autor es periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez.
