DESDE LA CANCHA
(SAN JOSÉ, 03 DE ENERO, 2013). Lo sospeché desde un principio. Así fue, la Liga confirmó lo que imaginábamos, que alzaría la copa una vez más.
Lo hizo con merecimiento y reafirmando el crecimiento de su técnico Óscar Ramírez. Esto no es de ahora, viene de hace algunos años. Cuatro títulos en cinco torneos. Eso es de equipos grandes, además deja un estilo, una base, un concepto futbolístico marcado algo que no es tan fácil de conseguir, una muy buena estructura táctica.
Cuando digo que Óscar Ramírez ha crecido como técnico, me refiero a que es un estudioso del rival, al cual logra limitarlo y alcanzar resultados positivos en la mayoría de los casos. Por ejemplo, en la semifinal y final mostró una clara superioridad sobre sus adversarios. Produjo sorpresas en lo táctico y variantes en cuanto a futbolistas, el ejemplo más claro fue el de Jorge Davis, quien le dio muy buenos resultados.
Siguiendo lo que dice el técnico de basquetbol Pat Riley “en una serie final algo debes cambiar, no debes hacer siempre lo mismo para sorprender al rival”. Óscar lo aplicó en el partido final ante Herediano, cuando todos esperábamos a una Liga en la primera parte calculadora, jugando con el marcador, presionó desde la salida al Herediano, asfixiándolo, sin dejarle oportunidades para el ataque. Y cuando Herediano en la segunda parte arriesgó, logrando anotar; en los tiempos extras logró sobreponerse con muy buen manejo.
Posiblemente si Óscar Ramírez fuese extranjero y en nuestro país no fuésemos tan malinchistas se le reconocerían más méritos.
Mantuvo su estilo, su seriedad, humildad y respeto ante los técnicos rivales a pesar de una que otra provocación.
Claro que para ser campeón la Liga debió contar con todas las condiciones que necesita un equipo profesional y sin duda la dirigencia le dio todo para lograrlo. Lógico que fue muy importante el aporte del resto del cuerpo técnico y de los futbolistas, además de una afición que tiñó el país de rojinegro.
Cierto es que a muchos nos gustaría ver un equipo con más posesión del balón, más agresivo, agregándole al resultado más espectáculo, pero eso vendrá con el tiempo.
Felicidades a todos los liguistas por un nuevo campeonato. Tienen todo el derecho de gritarlo: Liga-Liga Campeón.