(MIÉRCOLES 18 DE DICIEMBRE, 2024-EL JORNAL). Saprissa llega hoy a jugar una final que prácticamente está decidida a favor del Herediano.
Los numerosos errores en la cancha y en la conceptualización del juego en el primer partido, hicieron que la de esta noche sea más que una épica, porque tres goles pesan mucho y en el desarrollo de un partido, frente a un equipo con oficio en defenderse como el florense, sería una rareza la ansiada remontada de los tetracampeones.
Hipotecaron casi todo en el primer partido y eso, muchas veces, se paga caro.
De modo que en ese contexto, al entrenador José Giacone no le queda casi que otro remedio de hablar de entrega, convicción, de creer en el equipo y de paso invocar a la épica con otros términos.
Digo que no le quedaba otro remedio porque entre domingo y miércoles no es mucho lo que puede variar desde el punto de vista del estado de los jugadores, pero en lo que sí puede influir es lo mental, en cómo enfrento el reto la adversidad en un período tan corto como son 90 minutos.
De no pasar nada extraño, como una expulsión de algún jugador herediano temprano en el encuentro, los florenses tienen todos los números para disputar la gran final con Alajuelense.
En todo esto queda claro que el haber convertido el Carlos Alvarado en su fortaleza es, hasta ahora, el gran mérito de Herediano. Ni la Liga ni Saprissa descifraron a tiempo esta situación, aunque los rojinegros, como en las películas, tendrán una segunda oportunidad si se confirma el pase de los rojiamarillos.
Saprissa, no hay duda, que requiere de algo más que un milagro para abrir la gran final el próximo domingo en su estadio.
Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez. Esta columna se publica a diario en FXD y EL JORNAL
