La digitalización, el enfoque en el cliente y la gestión de riesgos son pilares que el sector salud puede adoptar del éxito del sector financiero

(DOMINGO 15 DE DICIEMBRE, 2024-EL JORNAL). El sector financiero ha sido pionero en adoptar tecnologías disruptivas y estrategias innovadoras para afrontar retos de un mercado cambiante y exigente. ¿Qué puede aprender el sector salud de este proceso de transformación? La respuesta está en cómo las finanzas han enfrentado sus desafíos: digitalizando sus servicios, priorizando la experiencia del cliente y gestionando riesgos con precisión.

  1. Transformación digital como motor de cambio

El sector financiero lideró la adopción de tecnologías como la inteligencia artificial (IA) y el análisis de datos masivos (Big Data). Los bancos han pasado de ser instituciones tradicionales para convertirse en ecosistemas digitales que ofrecen servicios 24/7 a través de aplicaciones y plataformas seguras. El sector salud puede replicar esta transformación mediante herramientas digitales que integren historias clínicas electrónicas, telemedicina y modelos predictivos para personalizar tratamientos y anticipar enfermedades.

  1. Experiencia centrada en el cliente

La banca entendió que el cliente moderno exige rapidez, accesibilidad y personalización. Por ello, desarrolló aplicaciones que no solo realizan transacciones, sino que analizan hábitos financieros para ofrecer productos adaptados a las necesidades de cada usuario. En salud, este enfoque puede traducirse en servicios que prioricen la comodidad del paciente: consultas virtuales, recordatorios de medicamentos personalizados y plataformas que permitan gestionar citas o acceder a resultados médicos con facilidad.

  1. Gestión de riesgos basada en datos

La capacidad del sector financiero para analizar riesgos es ejemplar. Utilizando modelos predictivos, los bancos evalúan la probabilidad de impagos o fraudes, permitiendo tomar decisiones informadas. En el sector salud, este enfoque puede aplicarse para prever brotes epidémicos, optimizar la asignación de recursos hospitalarios o identificar pacientes con mayor probabilidad de complicaciones médicas, reduciendo costos y salvando vidas.

  1. Ciberseguridad: una prioridad compartida

Ambos sectores manejan información crítica y sensible. La banca ha invertido significativamente en protocolos de ciberseguridad, como autenticación multifactorial y sistemas de detección de anomalías en tiempo real. El sector salud, que también gestiona grandes volúmenes de datos personales, puede aprender de estas prácticas para garantizar la protección de los historiales médicos y mantener la confianza del paciente.

  1. Colaboración entre actores del ecosistema

El éxito del sector financiero radica en su capacidad de colaborar con startups, fintechs y reguladores para crear ecosistemas de innovación. El sector salud puede replicar este modelo al trabajar con empresas tecnológicas, gobiernos, empresas privadas, instituciones de investigación y universidades para desarrollar soluciones que beneficien tanto a los proveedores de atención como a los pacientes.

Innovar o quedar rezagado

El sector financiero ha demostrado que, con las estrategias adecuadas, es posible transformar industrias enteras y adaptarse a las demandas del futuro. Para el sector salud, estas lecciones no solo son valiosas, sino urgentes. Incorporar tecnología, priorizar al paciente y gestionar riesgos de manera proactiva son pasos fundamentales para construir un sistema de salud más eficiente, accesible y preparado para los desafíos del mañana.

La pregunta no es si el sector salud debería aprender del financiero, sino cuánto tiempo más puede permitirse no hacerlo.

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