(MARTES 26 DE NOVIEMBRE, 2024-EL JORNAL). Santa Ana y Guanacasteca demostraron ayer que si los equipos se salieran de la lógica resultadista, se podrían ver mejores partidos y eso convocaría de forma constante a la afición, ávida de observar grandes espectáculos.
Urgido por la necesidad de puntuar de tres, para llegar a la última jornada con reales posibilidades de clasificar, los pamperos tomaron muchos riesgos a lo largo del partido y en la penúltima jugada del encuentro perdieron el partido.
Ayer fue de esas noches en que resuena aquella frase de Jorge Valdano después de que el Tenerife hiciera un gran juego, pero que al final perdió: «Cuando se juega así, hay permiso para perder». Le dijo Valdano a sus futbolistas.
Nada que reprocharse Alexánder Vargas y sus jugadores. Hicieron un gran partido, con errores, claro, porque cuando se va a adelante en procura de un gol necesario, se dejan espacio en mediocampo y en defensa, pero anoche no era un encuentro para especulaciones y así lo entendieron los guanacastecos.
En el Santa Ana-Guanacasteca, guardando las debidas distancias, primó la lógica de la Premier League, donde rara vez los equipos especual, a lo sumo en los primeros minutos, pero conforme avanza el tiempo se van olvidado de amarras, de líneas, de bloques y dejan que sea el balón y el afán de ganar los que asuman el protagonismo.
Lo visto ayer en Santa Ana revela que los pobres partidos que vemos a menudo en nuesto campeonato, son fruto de esa epidemia resultadista, de ese miedo a no perder, con lo cual se deja de lado que ese proceder no garantiza nada.
Además, puntuar de uno, es poca cosa, dado que la idea de otorgar tres puntos al ganador, es la que recoge el verdadero espíritu de fútbol, que ha de ser una fiesta de creatividad, invención, gambetas, filigranas e imaginación.
Anoche quedó demostrado que nuestro fútbol puede ser mucho mejor, con solo dar un paso al frente y olvidarse tanto de métricas, sumas y restas: que corra el balón, como en los buenos tiempos.
Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez. Esta columna se publica a diario en FXD y EL JORNAL