(LUNES 18 DE NOVIEMBRE, 2024-EL JORNAL). La Selección Nacional tiene hoy un camino empedrado frente a Panamá. Y esto porque hay una realidad indiscutible: los canaleros, como equipo y de manera individual, hoy son mejores que los costarricenses.
No hay vuelta de hoja. Como el fútbol es el arte de lo imprevisto, como decía el periodista Dante Panzeri, puede que Costa Rica gane y salga adelante en la serie. No obstante, si nos vamos a la realidad, será muy difícil de que ello ocurra, porque los dirigidos por Thomas Christiansen, tienen más recorrido como conjunto, y se saben el juego de memoria.
Eso no se consigue de la noche a la mañana, ni teniendo en el período posterior a Qatar 2022, tres entrenadores, como lo ha hecho Costa Rica.
Rónald González, Gustavo Alfaro y Claudio Vivas, en dos oportunidades, como interino, ha estado al mado de la Tricolor.
Esa indefinición de nuestro fútbol con técnicos interinos, caso de Vivas, que no han demostrado su valía en el banquillo lo suficientemente como para asumir la Selección Nacional es lo que lleva a una situación como la que experimenta nuestro fútbol hoy.
De forma que si no es por un milagro, en el sentido metafórico del término, será casi imposible que la Selección esté en el próximo Final Four.
Es una cruda realidad y nada más. Por más que nos hablen de táctica, de estrategia, de que línea de cinco, de que línea de cuatro, de que línea de tres: si no se juega bien, el parado táctico termina siendo una pantomima. Y no lo digo yo, ya les contaré con detalle la autoridad futbolística que lo dice.
En un camino empedrado como el de hoy, más vale ser realistas y que todos en la Federación Costarricense de Fútbol se pongan serios y empiecen a trabajar de la mejor manera a partir de esta noche: sin excusas e independientemente de lo que pase.