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La mezquindad de Deschamps

(MIÉRCOLES 10 DE JULIO, 2024- EL JORNAL). Francia, la gran Francia, apostó durante toda la Eurocopa por la mezquindad y obtuvo su premio: ya está en casa y verá la final de Berlín a distancia.

Solo hizo un gol con jugada en movimiento. Y lo que le  pasó a Didier Deschamps le pasa a muchos técnicos que son rácanos, mezquinos, a pesar de tener jugadores para apostar por otra propuesta.

Si no los tuvieran y sólo contaran con picapiedreros, les aplaudiría su mezquindad, pero si tenés a Mbappé, a Griezmann, a Camavinga, Barcola y Dembelé, no se justifica un comportamiento tan pobre como el de Francia en la Eurocopa.

Lo peor es que los Deschamps proliferan por todo lado –insisto y muchos no por falta de recursos–, por eso el hecho de que España, que le apuesta a un fútbol ofensivo esté en la final, es un premio a un balompié que va camino a la extinción.

El fútbol hoy es aburrido, dijo recientemente Ronaldo Luiz Nazario, razón por la cual él prefería ver y jugar tenis. No son palabras menores lo que afirmó y tiene toda la autoridad del mundo para decirlo,  pues ha sido el mejor 9 de la historia.

Y es cierto, porque ver equipos que ni salen a presionar como Francia— en la que Deschamps prefirió poner a Rabiot, que está para que juegue con la selección gala de veteranos, en lugar de Camavinga–, da verdaderamente tristeza.

Al fútbol rocoso de hoy y mezquino, hay que dejarlo atrás. El fútbol son goles, aunque, claro, esto no lo sabe la selección de Canadá, cuyos integrantes piensan que basta con llegar al área contraria y listo. Se gana por llegadas y no por goles, han de pensar.

Los Deschamps, que los hay y muchos en el fútbol costarricense, deberían dejar paso a los entrenadores atrevidos, a los que pese a las limitaciones de sus recursos en cancha, se decantan por un fútbol ofensivo y contundente, y prefieren ganar 4 a 3 en vez de irse a casa con un oscuro cero a cero.

 

Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez. Esta columna se publica a diario en FXD y EL JORNAL

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