(JUEVES 13 DE JUNIO, 2024, EL JORNAL). El tornado del sábado 08 de junio, que arrancó el techo del sector este del Cartaginés es una metáfora del difícil momento por el que atraviesa el equipo.
Las condiciones climáticas arrasaron con el techo, como si fuera una advertencia de que si en el ámbito administrativo no hay correcciones, las consecuencias pueden ser peores a las vividas por el club en el recién concluido torneo de Clausura.
Hay que entender esto: el Cartginés es patrimonio de la provincia y del país y aunque legal y económicamente le pueda pertenecer hoy a la familia Vargas, en el fondo lo que representa el conjunto blanquiazul define a todo un gran pueblo.
Por lo tanto, esto tiene que entenderlo usted, don Leonardo, que de manera valiente asumió el club cuando iba a la deriva. Ahora tiene que hacer lo que sea necesario para que siga a flote y en una curva ascendente. Todo lo contrario es fallarle al proyecto.
Por eso, los caprichos y las visiones personales tienen que apartarse para darle paso a una proyección que convierta al Cartaginés, en un plazo de diez años, en una institución modelo en el país.
Hoy existen los profesionales capaces de llevar al equipo a ese nivel, con el apoyo de una afición extraordinaria que, incluso, sin que nadie se lo haya pedido, ya comenzó a recaudar fondos para ayudar al arreglo del techo.
Puede que recauden una cifra insignificante en relación con lo que cuesta la restauración de esa zona, pero la clave está en el proceder, en el afán de ayudar y de contribuir a conformar un Cartaginés con futuro.
En este contexto, lo que queda es anchura de miras y sentar las bases para construir un equipo sólido administrativa y deportivamente hablando.
Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez. Esta columna se publica a diario en FXD y EL JORNAL