(MARTES 19 DE DICIEMBRE-EL JORNAL).Llegó la hora de que el Saprissa demuestre en la Copa de Campeones de Concacaf su valía como equipo que en el país rompió moldes y ganó el campeonato nacional con un 85 por ciento de rendimiento.
Los morados deben apartarse de la imagen de un equipo casero, que se conforma con triunfar en el país, ser luz aquí y oscuridad en el exterior.
El fútbol de Costa Rica requiere retomar su protagonismo internacional y es el momento idóneo, solo que los morados vienen de quedarse en el camino en la Copa Centroamericana ante el Real Estelí, el cual que finalmente perdió el cetro contra Alajuelense.
La pregunta que revolotea en el aire es si a este Saprissa, que tuvo, por lo general, que improvisar a sus laterales, le alcanza para realizar una gran presentación en la antigua Concachampions.
Hace rato, más allá del nombre que tenga el torneo, que a los equipos nacionales les va muy mal en el área, cuando ya entran en juego los clubes mexicanos, estadounidenses y canadienses.
Con los números de Saprissa en el recién concluido Apertura, se espera que eso se refleje frente al Philadelphia Union, que es la llave que en dieciseisavos de final debe superar el conjunto costarricense.
De esta manera, Saprissa, de salir airoso, pasaría a los octavos de final de la Copa de Campeones de Concacaf, en la que ya está sembrado Alajuelense, tras ganar la Copa Centroamericana, desvalorizada por un sector de la afición nacional.
Se viene la hora de la verdad para los equipos nacionales, que deben demostrar en el plano internacional que lo que se hace en casa tiene valía y proyección.
Lo contrario sería fomentar la idea de equipos caseros, cuando en cualquier parte del mundo lo nacional va de la mano con la perfomance, como diría Guima, que se pueda realizar en el gran fútbol internacional.
Es la hora para que Saprissa muestre su valía histórica.
Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez. Esta columna se publica a diario en FXD y EL JORNAL
