(SÁBADO 31 DE DICIEMBRE 2022-EL JORNAL). Benedicto XVI, que murió hoy en el Vaticano a los 95 años y cuya salud venía en franco deterioro, era un Papa de línea dura y guardián de la ortodoxia católica, que tuvo que dar un paso al lado asesiado por los escándalos en la Santa Seded.
Joseph Ratzinger fue el director durante 23 años de la Congregación para la Doctrina de la Fe, conocida anteriormente como el Santo Oficio de la Inquisición y el 11 de febrero de 2013, después de ocho años de pontificado, renunció para asombro del mundo a su cargo.
Adujo en aquel momento que la fuerza física ya no le acompañaba para la tarea enorme de dirigir a 2000 millones de católicos en el mundo.
Se retiró al convento Mater Ecclesiae rodeado y asistido por algunas monjas, que veían cómo el primera Papa en renunciar a su cargo en siete siglos, cada vez perdía más fuerza física.
Y fue el Papa Francisco el que el pasado miércoles anunció al mundo que oraran por Benedicto XVI, lo que fue una muy mala señal de que al Papa emérito le quedaba poco tiempo sobre la faz de la tierra.
Será velado en el Vaticano a partir del lunes 2 de enero, y el jueves 5 serán sus honras fúnebres, informó la Santa Sede.