José Eduardo Mora*
(SAN JOSÉ, COSTA RICA, 13 DE OCTUBRE, 2016-EL JORNAL). Recientemente aparecieron los libros de Andrés Iniesta, jugador del Barcelona, y de la selección española, y el de Johan Cruyff, fallecido hace seis, meses, en los que se narran sus vidas en el deporte.
En “La jugada de mi vida” el centrocampista del Barcelona cuenta no solos sus magníficos éxitos, sino aquellos días grises y oscuros por los que debió pasar antes de convertirse en campeón mundial en Sudáfrica 2010.
Con la ayuda de los periodistas Ramón Besa y Marcos López, Iniesta, el libro recorre la vida del futbolista que llegó muy temprano a La Masía.
Mientras tanto, hace tan solo tres días, Jordi Cruyff confesaba a José Ramón de La Morena, periodista español, que el libro “Johan Cruyff 14”, la autobiografía escrita por el célebre jugador con el auxilio del periodista Jaap de Groot, le había hecho algunas revelaciones interesantes.
“Hay cosas de mi padre que yo no conocía y otras que no había entendido, como su obsesión para que los jugadores no dejaran las medias tiradas en el camerino. Y eso era, seguro, porque mi abuela hubo un tiempo en que limpiaba los camerinos en el Ajax”, confesó Jordi.
Los libros revelan la importancia de que figuras de la talla de Iniesta y Cruyff compartan sus experiencias y testimonios de vida.
En Costa Rica, aún no tenemos esa cultura del libro periodístico y testimonial ni en el deporte y prácticamente en ningún campo: para muestra un ejemplo: Claudia Poll ganó una medalla de oro olímpica en Atlanta 96 y lo que hay es información dispersa sobre tan magno logro.
Hay más de 100 deportistas en la Galería Costarricense del Deporte y a lo sumo lo que hay, en algunos casos, son escuetas y pobres semblanzas de ellos. Da para reflexionar, ¿verdad?
*El autor es Máster en Literatura y coautor de La Gran Hazaña y de Ganar con el corazón.