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La majestuosidad del Caracara Cabecigualdo

(SAN JOSÉ, COSTA RICA, 01 DE NOVIEMBRE, 2016-EL JORNAL). El estilo de vida de observar aves o “Pajarear” es un hábito que se va inculcando conforme nos adentramos en ello. Y no es de extrañar, ya que cuando podemos apreciar aves que ordinariamente no observábamos o escuchábamos la cosa se pone interesante.

En esta ocasión me envía unas fotos José Eduardo Mora, editor de este periódico, sobre un ave que, “él no había visto nunca y le llamo la atención su peculiar sonido” y que lo observó pajareando en su casa.

Mora me envió las fotos y como buen principiante en estas lides de pajarear,  no ocultó la emoción por haber podido fotografiar a tan magnífico espécimen. «La culpa es suya, Adilio, por haberme despertado la fiebre y la admiración por las aves», me dijo.

Se trata de un “Caracara Cabecigualdo” o “Cabeza Amarilla” (Milvago chimachima) de la familia de los halcones, pariente del “Caracara Crestado” que hablábamos en artículos anteriores. De color blanco en pecho, abdomen y espalda, con las alas café oscuro. La cabeza color amarillo, con una línea color negro desde los ojos hacia atrás. Patas y pico azul claro o verdoso. Ambos sexos son similares, más los juveniles, como el de la fotografía, tienen la diferencia de tener el pecho, abdomen y espalda manchado de café claro, que les va desapareciendo conforme maduran.

Igual que su pariente el Caracara Crestado, sus hábitos alimenticios van desde lagartijas, ranas, roedores y serpientes, vivos o muertos, pero principalmente carroña, también saquea nidos de otras aves. Otra actividad que realiza para conseguir alimento es el de subir a los lomos del ganado, para arrancarle garrapatas. Emiten un sonido chirriante corto, pero lo repiten varias veces.

Permanece en potreros, sabanas, terrenos preparados para cultivos y zonas de repasto amplios donde haya matorrales. esta es otra especie que no se le veía por estas zonas. Hace unos años lo observamos por primera vez por el lado de las Vegas y Bijagual, pero ya su presencia se está haciendo común por estos contornos.

La experiencia de observar aves, descubrir nuevas especies para uno, escuchar cantos o sonidos, lo hacen sentir a uno en un mundo, en el que la naturaleza lo envuelve como una madre…la madre tierra.

*Observador de aves

aazeledonm@hotmail.com

 

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El Caracara Cabecigualdo no es muy común observarlo en Acosta. Ave tomada en Tablazo, a dos kilómetros al norte de San Ignacio.(Foto José Eduardo Mora).

 

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Este es un Caracara joven y de una indiscutible belleza. (Foto José Eduardo Mora).
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