(SAN JOSÉ, COSTA RICA, 23 DE SEPTIEMBRE, DE 2014-EL JORNAL). Los que alguna vez cursaron filosofía en la Universidad de Costa Rica saben mejor que nadie que la palabra dignidad resulta, de entrada, un poco complicada, pues como derivación del latín “dignitas” y del adjetivo “digno”, implica de inmediato un valor como merecedor y honorable frente a algo.
Para entender la “villanía” que adjudican a Jorge Luis Pinto, exentrenador de la selección nacional, así como para comprender los revolucionarios aportes de los técnicos Javier Wanchope y Luis Marín al fútbol tico, me parece trascendental hacer luz sobre el contenido de la “dignidad”.
Entiendo que la “dignidad” humana como valor e intangible está adherida a la persona; por lo tanto, como seres racionales produce libertad, adaptación y capacidad de crear cosas o rechazar las mismas.
Hoy a Pinto le atribuyen menosprecio a nuestras estrellas locales y las que militan en el exterior – el fin ulterior de esta táctica yo la entiendo, pero no la comparto, pues como periodista sé que va dirigida a convencer el subconciente colectivo de que el colombiano despreció lo nacional -, siendo entonces nuestros pobres jugadores víctimas de su propio “amor” a esta bella patria”.
Por favor:¡Pongámonos serios¡. Si fuera cierto todo este discurso nacionalista contra el extranjero Pinto, quien despliega todas sus fuerzas para herir la dignidad de nuestros pobres jugadores, recuerdo que la dignidad crea libertad de decidir dónde nos quedamos.
Olvidamos que hoy el fútbol es una actividad comercial que implica inversiones cuantiosas, trabajo en equipo, donde los figurones pasan inadvertidos en los esquemas tácticos. Quienes están en desacuerdo con las nuevas leyes del balompié – más allá del amor por la patria y los dólares- están en capacidad de decirle no al patrón, por dignidad me voy .
La mejor lección sobre “dignidad” la recibí muy joven de un obrero en una textilera en Curridabat, cuando el suscrito cursaba sociología. El era dirigente sindical y le ofrecieron promoverlo a un alto puesto en la empresa, a cambio de descabezar el sindicato, a lo que este dirigente respondió denunciando el plan y luego renunciando al trabajo por dignidad, con cuatro hijos a la cola.
Cuénteme usted si sabe de alguien que el villano Pinto tuviera amarrado en la Selección que asombró en el mundial de Brasil 2014.
Periodista, abogado y notario UCR.