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Tierra de nadie

(MARTES 27 DE JUNIO DE 2023-EL JORNAL). En la cancha la Selección es un fantasma deambulando de un lado a otro. Si se mira al banquillo, se observa a un entrenador que está pensando en el finiquito y la compensación que requiere su despido. Y si se alza la mirada a la dirigencia, no aparece por ningún lado, porque lo que siempre les ha interesado es hacerse la foto promocional del momento.

En una tierra de  nadie quién, entonces, debe aparecer. Es hora de que los futbolistas sean valientes y le digan al presidente de la Fedefutbol, Rodolfo Villalobos, de que con Luis Fernando Suárez ya no se puede más, porque el siguiente paso lleva a un ridículo mayor que el anterior.

Como los jugadores no lo harán por razones de interés personal, porque al fin y al cabo el que los tiene ahí es Suárez, tiene que surgir una presión externa competente.

Me refiero que es el momento de acudir, una vez más, a los exjugadores y a exdirigentes que por su paso por la Selección y la Federación la honraron con su buen hacer. Uno de esos grupos, son los héroes de Italia 90. Ellos tienen suficiente moral para hablar y pedir que no se maltrate más a la Tricolor.

La Selección no es de la Fedefutbol, como algunos erróneamente pueden pensar, ni de la dirigencia actual, ni de la que vendrá, sino que es patrimonio nacional y en ese sentido, tanto los exjugadores como los aficionados, tienen todo el derecho a pedir que no mansillen más ese escudo, que en otros tiempos, no muy lejanos, era motivo de orgullo y proyección.

Hoy todo ese prestigio lo echaron al sesto de la basura: en esto tiene una gran responsabilidad el señor Villalobos, por más que se esconda; otra, grandísima, Suárez y su cuerpo técnico, por la incompetencia a la hora de manejar el grupo, y también los jugadores, que tienen su cuota por defender lo indefendible y pensar que con ese discurso barato de que no es culpa del técnico, pueden maquillar lo que ocurre, cuando la realidad los desmiente por completo.

Es una vergüenza que permitan que Panamá parezca la Holanda del 74, y eso que por falta de definición no llegó a una goleada escandalosa a noche.

La Selección es la representación y no puede ir de ridículo en ridículo, mientras el técnico con calculadora en mano valora el monto de la indemnización y la dirigencia se oculta como argumento para no tomar decisiones.

La Selección, hoy, es tierra de nadie y lo peor es que los que pueden llegar a la Federación no garantizan de que nada vaya a cambiar.

Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez. Esta columna se publica a diario en FXD y EL JORNAL

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