(SAN JOSÉ, COSTA RICA, 01 DE MARZO, 2018-EL JORNAL). Decenas de palomas causan estragos con sus excrementos en la Iglesia de Desamparados, cuya recuperación requerirá de una inversión cercana a los ¢100 millones de colones.
El padre Marvin Benavides, de la parroquia de Desamparados, explicó a EL JORNAL que hay una gran preocupación al respecto y que lo aconsejado por el Ministerio de Salud es que a las aves se les esterilice por medio de un medicamento incluido en el alimento, para de esta forma evitar el que siga creciendo el número de palomas que se apostan en las diferentes áreas del templo.
“El problema es que ese medicamento, exclusivo para aves, no existe en Costa Rica y hay que traerlo de Estados Unidos y no lo hemos podido hacer”, expresó Benavides.
Las palomas, además, representan una amenaza para la salud, recordó el presbítero. En efecto, son muchas las enfermedades que podrían transmitir estas aves, según los expertos.
El excremento de las palomas tiene un fuerte componente de ácidos, entre ellos los fosfóricos y los úricos, que son letales para ciertas estructuras y dañan con facilidad la pintura de los inmuebles.
SE VENDE CASA EN DESAMPARADOS CENTRO
Mientras tanto, la ‘colonia’ de palomas sigue creciendo y son cientos las que se apostan tanto en el parque de Desamparados como en la Iglesia, cuya pintura está muy deteriorada.
El actual templo de Nuestra Señora de los Desamparados comenzó a construirse en 1930 y se concluyó en 1945, y es obra del arquitecto José María Barrantes, famoso en su época por construir edificios de gran valor.
El edificio tiene elementos barrocos con influencia de la Basílica de San Pablo en Londres, obra en la que se inspiró el arquitecto Barrantes.
“Lo que vamos a hacer ahora es pintar la cúpula, en la que invertiremos ¢6 millones, pero tenemos el problema de que si los animalitos siguen ahí volverán a dañar la pintura”.
Benavides contó que por azar apareció hace unos meses un águila pequeña que les sirvió de control natural y que les han dicho que unas lechuzas les ayudarían a realizar dicho control.
Adilio Zeledón, autor de la columna PAJAREANDO, que semanalmente publica EL JORNAL, dijo que se puede lograr un control natural con halcones, pero que podría resultar complejo y que lo mejor sería que la parroquia consulte el tema con el Servicio Nacional de Salud Animal (SENASA).
“Hacemos un llamado a la población para que no las alimenta como algunos acostumbrar a hacerlo, porque eso más bien incentiva que crezca el número de palomas, y no es que tengamos nada contra ellas, es que causan muchos daños al templo”, manifestó el padre Benavides.