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El tigre “jugado” y el burrito indefenso

PALESTRA

Rafael Ángel Ugalde/rafaelangelu@yahool.com

La hazaña de Warner  Rojas de subir al cucurucho del mundo me produjo dos inmensas alegrías: a) luchar por un sueño llevó al triunfo a nuestros abuelos y padres; b)  Me acordé además de que en Nepal hubo un tigre feroz, único de esa zona ,que ya casi no existe.

Me consuelo, respecto al pobre felino exterminado en Nepal, con el que tenemos  en Tiquicia. Niños y policías: El no  ruge,  pero aprendió desde el kínder algunas palabras claves y  muy tiernas. No muchas, pero las  balbucea muy bien; no come humanos y solo consume   carne de burro especial; no es sedentario, sino sumamente   nómada.

Todo  burro destinado a este tigre debe estar en silencio. Calladito e inmóvil; sí está amarrado es mejor. Les cuento esto porque la adrenalina en sus presas  le causa trastornos estomacales.

Un buen amigo de la oficina lector de tajo a rajo de  El Jornal me contó la otra tarde que por   la huelga en JAPDEVA  miró este  felino  por los muelles de Limón;   entre policías civilistas, patadas contra algunos huelguistas  y gases lacrimógenos (con metodología “made in Colombia”).Este  bandido animalito, según me contó, balbuceaba una y otra vez: “competitividad” “competitividad”….

Es el mismo amigo – Gerónimo, se llama-  que me contó al principio de año que había visto este tigre rondando La Sabana; más o menos por donde está el edificio del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE). ¡Niños  no sean mal pensado: él solo come burros¡

 Gerónimo se había llevado su susto porque años atrás lo encontró todo orondo por  la terminal de Caldera. No pasó de un sustillo, pues  a la sombra de unos Malinches hacía fiesta con las tripas de un burrito que encontró amarrado.

Poco después de esta apetitosa comida en el Pacífico,  otra gente da cuenta que lo vio  sobre la carretera a cargo de autopistas Del Sol. Conociendo la curiosidad de ustedes, niños de mi alma, les adelanto   que nadie  da con su madriguera: unos dicen que duerme allí por Riteve; otros sostienen que tiene  escondite en el aeropuerto Juan Santamaría. En fin, lo que importa es saber que a éste  le encanta los burros. Sí pueden amarrárselos mejor. Colorín colorado, niños…

Periodista, abogado y notario UCR

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