José Eduardo Mora*
(SAN JOSÉ, COSTA RICA, 21 DE FEBRERO, 2017-EL JORNAL). El Municipio de Acosta construirá en la actual cancha de deportes de Turrujal, el proyecto denominado “Acosta activa”, que es un centro que serviría para varias actividades culturales y recreativas.
La financiación, por un monto aproximado de ¢600 millones, procede del segundo concurso del Bono Comunal, convocado en 2016 por el Ministerio de la Vivienda y Asentamientos Humanos (MIVAH).
Aunque en general la población desconoce los alcances del proyecto (por falta de información) hay sectores que están preocupados, precisamente porque se eliminará un espacio clave para el deporte acosteño. (Véase más adelante la argumentación en este reportaje).
La iniciativa es del alcalde Norman Hidalgo, quien para proceder a presentar el proyecto al concurso, contó con la aprobación del concejo municipal, con la excepción del regidor Evelio Badilla, del Partido Unidad Socialcristiana (PUSC), quien se opuso a dar el aval solicitado.
Allen Calderón y Mayra Segura (Partido Acción Ciudadana, PAC), Sonia Arias y German Monge (Partido Liberación Nacional, PLN) votaron a favor de que el proyecto se realice en la plaza de deportes de Turrujal.
La aprobación del aval a Hidalgo se dio el 20 de septiembre– luego de que una semana antes los arquitectos Karina Aguilar y Andrés Solano se presentaran, sin cita previa al concejo, lo que obligó a una moción para alterar el orden del día—y tuvieran, siempre según la acta del 20 de septiembre de 2016, diez minutos para exponer el proyecto.
Con esta información de diez minutos y sin que tuvieran acceso a documentos escritos, cuatro de los cinco miembros titulares del concejo municipal de Acosta acordaron que era procedente que el proyecto “Acosta activa” se desarrollase donde hoy está la plaza de deportes de Turrujal.
“Acosta activa” fue diseñado por Solano y por la arquitecta Aguilar, de acuerdo con lo que se desprende del acta del 20 de septiembre, no obstante, la que aparece de manera formal en la propuesta es la arquitecta, quien ganará honorarios, una vez realizada la obra, por un monto aproximado de ¢3 millones, de acuerdo con Delio Robles, del Despacho del Ministro del MIVAH.
LA OBRA
La obra —que es una apuesta de la Asociación de Desarrollo de Turrujal (porque está de acuerdo en que construyan en la plaza de deportes) es, encabezada por Arturo Mora, funcionario del municipio de Acosta; la profesional competente (Aguilar) y el ayuntamiento—, consistirá en un espacio denominado “multidisciplinario”, en el que tendrán cabida grupos culturales, de acuerdo con lo expresado por el alcalde a EL JORNAL.
Será, entonces, una instalación de dos plantas, en la que tendrán cabida varios grupos culturales y de otra índole, además de una pista, detalló Hidalgo. Habrá, también, un anfiteatro para diversas actividades.
Al consultarle al alcalde sino creía inconveniente el que se tuviera que eliminar la cancha de deportes para crear dicho centro, explicó: “Ahí habrá espacio para varios grupos y no una sola disciplina (el fútbol) y un solo género. En ese centro habrá representación de varios grupos etáreos (grupos que coinciden por la condición de edad)”.
Hidalgo agregó que con el proyecto “más gente se beneficiará” y que servirá como un espacio complementario al actual gimnasio.
Argumentó que esas instalaciones se complementan con la escuela de enseñanza especial (ubicada detrás de la plaza), el Centro de Cuido y Desarrollo Infantil (Cecudi) y la futura clínica de salud, proyecto que se gestiona desde hace más de diez años y cuya propiedad todavía no ha podido ser traspasada del Colegio de Acosta a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Cuando se le cuestionó al alcalde sino creía que en la plaza de deportes de Turrujal era el único sitio en el que podía desarrollarse un estadio, respondió que no, “porque hay casas que colindan con la cancha”.
Por las dimensiones y la ubicación, un kilómetro al oeste de San Ignacio, se considera que la cancha de deportes de Turrujal, es la que reúne las mejores condiciones para la práctica del fútbol y la que ofrece mayores posibilidades para que se desarrollen otras actividades deportivas al aire libre, entre ellas muchas recreativas que en la actualidad se dan.
“La gente reclama espacios públicos y el proyecto es para todos, no para una sola disciplina como sucede en la actualidad con la cancha”, dijo Hidalgo.
OPOSICIÓN
Un grupo de jóvenes del Barrio San Martín (Bajo las Tuches) aledaño a la cancha, se oponen de manera rotunda al proyecto, por considerar que se debería de buscar otro espacio para realizarlo, y por considerar que los pobladores de Turrujal y de Acosta en general no han sido debidamente informados sobre los alcances del proyecto mencionado.
Así lo consideran Melvin Mora, Eliécer Mora Fallas y César Rojas, vecinos de la localidad de Turrujal, quienes expresaron que darán una lucha para que no se elimine la cancha.
“No estamos en contra del proyecto en sí, eso tiene que quedar claro, en lo que no estamos de acuerdo es que se tenga que eliminar una cancha, y menos la de Turrujal, que tiene las medidas más grandes del cantón”, dijo Rojas.
Explicó que incluso una parte de la cancha pertenece, actualmente, al Colegio de Acosta y que ese es un aspecto que no puede desconocer ni el municipio ni la Asociación de Desarrollo.
“Me niego a creer que no haya otro lugar en el que se pueda construir ese proyecto en Acosta. De esa manera se salva una cancha. Tienen que venir a ver la gente que hace deporte a este campo”.
Marco Tulio Hidalgo, exjugador del Cartaginés y entrenador, y director de la escuela de fútbol que lleva su nombre, dijo que mientras no se entregue una cancha mejor, no se puede eliminar la de Turrujal.
“Cuando entreguen una plaza, totalmente terminada, con accesos, medidas y en condiciones de ser utilizada, entonces, que se utilice esa, antes es perder la única cancha de deportes grande y con posibilidades que tenemos en Acosta”.
EL PROCESO
De acuerdo con Delio Robles, arquitecto que trabaja para el despacho del Ministro Rosendo Pujol, el proceso para que se concrete “Acosta activa” tendrá que pasar por varias fases, cuyo trámite se agilizará o se volverá lento según la forma en que lo lleven las partes interesadas.
En caso de que se cumpla con un ritmo promedio, el proyecto podría estar listo para licitación en un plazo aproximado de año y medio. En el presente está en la fase del anteproyecto, es decir, en el que todavía se tienen que incorporar las observaciones hechas por el MIVAH.
“Hasta ahora lo que se ha conocido por MIVAH es una síntesis del diseño del anteproyecto. El diseño del proyecto debería de estar en 15 días”, puntualizó.
El proyecto tendrá que pasar por la aprobación de la Junta Directiva del Banco Hipotecario de la Vivienda y la entidad autorizada para tramitarlo es el Instituto de Vivienda y Urbanismo (INVU), la que a su vez hará una licitación pública.
El costo del proyecto, a esta altura, se desconoce con precisión, pero las partes trabajarán con un aproximado a ¢600 millones, afirmó Robles.
*El autor es periodsita, director de EL JORNAL y Máster en Literatura.