El Mundial Brasil 2014 nos dejó en nuestra familia a un personaje muy singular, que juega a todas horas fútbol, es portero, y ahora solo quiere saber de fútbol y más fútbol. Lo que no sucedía antes de que la pelota empezase a rodar en Brasil. Se trata de mi sobrino y ahijado, Josué Pereira Mora, quien por su cuenta comenzó a ver los partidos y que luego, con el éxito de la Selección, se enganchó de una forma impresionante al deporte rey.
Actualmente, en muchas horas del día, es Keylor Navas. Yo lo llamo mi Keylor personal. Y a Keylor, mi Keylor personal, cuando habla del otro Keylor, el del Real Madrid, le cambia la voz y le brillan los ojos. Hay que ver para creer, pero juro que lo que les cuento es verdad.
Hoy miércoles 3 de septiembre, Keylor, mi Keylor personal, cumplió seis años, y es portero más o menos las 24 horas del día, porque de seguro cuando sueña, sueña que está ante Theofanis Gekas y que, al igual que el Keylor, el de la vida real, le para el penal al futbolista griego.
Imagino que en muchas familias ya tienen también, además de Keylor, a su Bryan Ruiz, a su Celso Borges, a su Joel Campbell, a su Marco Ureña, etc., y hay que aprovechar la coyuntura para “venderles” la idea de que para ser Keylor hay que comer mejor, estudiar mejor, tener mayor disciplina, y, claro, entrenar más, para que después el seleccionador nacional se tope con el gran problema de tener a medio millón de aspirantes para convocarlos a la Tricolor. Felicidades a mi Keylor personal, y a todos los otros pequeños Keylor que andan por esos campos de fútbol.
*Director de EL JORNAL y Máster en Literatura.
