(SAN JOSÉ, COSTA RICA 12 DE MAYO, 2018-EL JORNAL). El compositor y director de música Manuel Ramírez, fue despedido este viernes 11 de mayo con marchas fúnebres, alguna de ellas de su autoría, en el funeral que se realizó en la Iglesia de San Ignacio de Acosta.
Ramírez, quien fuera director de la banda de Acosta por más de 30 años, falleció el pasado jueves 10 de mayo a sus 74 años.
La homilía fue realizada por el padre José Enrique Rivero y contó con la presencia de músicos de la banda de Acosta, dirigida por José Manuel Mora, quien fuera uno de los tantos músicos que inspiró Ramírez.
Mora expresó que Ramírez fue un puente entre la primera y segunda generación de músicos del cantón.
Destacó que Ramírez tenía predilección por las marchas fúnebres y que en su oportunidad copió varias marchas de diferentes compositores y lo hizo escuchando en acetatos las composiciones.
“Dejó varias marchas escritas que están bien custodiadas, entre ellas la Marcha Fantasma”, composición que alude a la guerra del 48, gesta de la que este año se cumple su 70 aniversario y que generaba particular interés en el compositor.
Ramírez fue un personaje en toda regla, con sus aciertos como músico y sus contradicciones como ser humano.
Marco Tulio Mora, quien lo acompañó en la Banda de Acosta por más de tres décadas dijo que fueron muy amigos y que siempre prefería que él tocara la trompeta en sus conciertos, a pesar de que podían haber mejores músicos que él.
“Manuel decía que yo llevaba el ritmo y la música de la composición como se debía. Le gustaba que yo hiciera los ‘solos’”, dijo Mora, quien manifestó que Acosta nunca supo valorar en toda su dimensión lo que representó Ramírez en el ámbito musical para el cantón.
“Era un hombre que amaba a Acosta. Se sentía muy orgulloso de ser acosteño. Para Manuel Acosta siempre estaba primero. Para el centenario del cantón aportó muchas fotos valiosas. Para Manuel Acosta era todo”.
Alejandra López, flautista que tocaba en la banda cuando todavía era dirigida por Ramírez, recordó que como director era muy estricto.
«La primera vez que toqué con la banda en Semana Santa fue en el 2006 y él era el director. Tenía 16 años. Y toqué también el Duelo de la Patria. Él le tenía mucho aprecio a la flauta y con mi tío Julio me escribió las partituras que hacían falta».
López recordó que con ella Ramírez siempre fue muy «chineador y no me regañó nunca», pero contó que tenía un oído musical privilegiado y no se le pasa por alto si alguien estaba tocando algún instrumento de forma desafinada.
«En la pasada Semana Santa, a pesar de que estaba tan desgastado, estuvo muy entusiasmado», dijo.
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