El batará hembra observado en un jardín de San Ignacio de Acosta. (Foto Lisbeth Mora para EL JORNAL).

 

(MIÉRCOLES 21 DE OCTUBRE, 2020-EL JORNAL). Cada día que contemplamos el jardín, en donde están floreando “Los Pavones”, Platanillas y Manzanos, y los frutos del “Matapalo” y Aguacatillos están madurando,observamos que este es visitado constantemente por una diversidad de animales; desde insectos, hormigas, ardillas y aves.

Las aves son las que visitan, tanto para comer de sus flores o frutos como para atrapar insectos y otros. Esto ha dado como resultado de que se estén acercando aves que, prácticamente, nunca habíamos visto por estos contornos.

Estas mañanas hemos tenido la sorpresa de ver que se ha estado llegando un “Batará” (Thamanophilus doliatus). De la familia de los hormigueros, se les conoce así por ser de las especies que regularmente siguen las hormigas guerreras o “Ronchadoras” para atrapar los insectos que tratan de huir del paso de las hormigas, para comérselos.

El plumaje de estas aves es muy llamativo, ya que el macho es todo su cuerpo barreteado de blanco y negro, similar color las plumas de su cresta. La hembra difiere, ya que sus plumas son de color marrón; claro en su abdomen y mas oscuro sobre su dorso. Su garganta y cuello barreteados de blanco con negro. Las plumas de su cresta son marrón oscuro brillante.     

Habita matorrales y bordes de bosques. Andan en pareja visitando sitios que haya buena presencia de insectos, como lo es el jardín.

Su canto son sonidos nasales, continos y en ascenso, dando la onomatopeya de “Batararararaá” y de ahí su nombre popular.

El cuido de los jardines para atraer aves, resulta una bella experiencia, que, sin necesidad de tener jaulas, tenemos la hermosa presencia y cantos de una diversidad de ellas.

 

*Bach. Turismo Sostenible / Turismo Ornitológico

 

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