Daniela Castro daniela@eljornalcr.com
(SAN JOSÉ, 23 DE MAYO, 2014-EL JORNAL). Los pacientes de la Clínica Mercedes Chacón Porras, de Aserrí, protestarán este próximo lunes 26 de mayo a las 9 a.m., para manifestar en contra de la solicitud de despido en perjuicio del doctor Eduardo Abarca Matamoros, encargado del área de psiquiatría de ese centro médico.
Los vecinos de la comunidad de Aserrí, también se quejan de las ineficiencias que tiene este centro médico para atender a los pacientes, así como la falta de algunos medicamentos y aparatos para realizar exámene de rayos x, gastroscopías y ultrasonidos, entre otros.
Según Abarca, el despido fue solicitado por el director de la Clínica de Aserrí, Javier Céspedes Vargas, alegando que él atendía dentro de su consultorio en el centro médico a personas que no pertenecían a la localidad.
Se le cuestiona a Abarca, dijo, el que supuestamente apuntaba más información de la cuenta de los pacientes y que esos datos no eran del todo ciertos. Este aspecto también es rechazado por el especialista.
Contra el doctor Abarca, además, hay otras causas abiertas en el proceso que está en los tribunales. El especialista reconoció que cuenta con la asesoría de la Unión Médica Nacional, que es el sindicato de los médicos del país.
A Céspedes, director de la clínica, se le consultó sobre la protesta del próximo lunes y sobre el caso de Abarca, pero dijo que desconocía sobre la manifestación y que no podía referirse al tema del doctor Abarca.
“Yo estoy trabajando en este momento por orden del Tribunal Contencioso Administrativo, porque si fuera por el jefe actual, Javier Céspedes, estaría todavía suspendido, desde el 27 de mayo hasta noviembre”, afirmó Abarca.
“El Tribunal Contencioso Administrativo consideró que era totalmente absurdo. Los jueces de forma unánime consideraron, más o menos traduciendo, que si yo fuera responsable por lo que se me acusaba se me podría hacer una carta de amonestación, pero que jamás suspenderme”, agregó.
Abarca asegura que es una falta de respeto dejar a los pacientes sin atención especializada, además de que las personas que tenían citas con el psiquiatra, debido a su ausencia, eran referidos al Hospital Psiquiátrico Nacional, lo que representaba, muchas veces, un sacrificio económico para las familias de bajos recursos.
“Los patrones de la Caja somos todos los que mes a mes pagamos, no los que tienen un alto puesto”, añadió.
Además, Abarca comentó que al volver a su consultorio se dio cuenta de que habían desechado muchas de los elementos que tenía ahí, por ejemplo, 400 dibujos hechos por parte de los niños que él atiende y juguetes que había recolectado a lo largo de sus 14 años de trabajo para la clínica.
