(SAN JOSÉ, 12 DE ABRIL-2014-EL JORNAL). Con el objetivo de crear conciencia sobre la importancia del agua, la Conferencia de las Naciones Unidas, realizada en Río de Janeiro, Brasil, en 1992, escogió el 22 de marzo como fecha para celebrar el Día Mundial del Agua.
El lema de 2014 fue “agua y energía”, con lo que se quiso resaltar la importancia que el recurso hídrico tiene para la generación de energía y el desencadenamiento de otros procesos.
El recurso hídrico es limitado y la demanda es cada vez mayor, y seguirá aumentando durante las siguientes décadas, lo cual presentará grandes desafíos para la sociedad.
En Costa Rica, me produce gran incertidumbre el saber que no existen políticas públicas eficientes que protejan dicho recurso, aunado a la falta de legislación actual moderna que lo proteja. Basta corroborar que la Ley de Aguas vigente data del año 1942.
Es importante mencionar que en la actualidad existen grandes diferencias para el acceso al agua potable y su debido saneamiento para muchas poblaciones, en especial aquellas que viven en áreas y barrios marginales.
Por lo tanto, es necesario desarrollar políticas con el fin de propiciar seguridad hídrica y por supuesto el uso sostenible del agua, así como para mejorar las prácticas de su uso.
Dicha obligación nos corresponde en primera instancia a cada uno de nosotros y al mismo tiempo al Estado como ente rector de este inapreciable recurso.