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El gran negocio de la seguridad social

 

Rafael Ángel Ugalde

rafaelangelu@yahoo.com

 

 “Así nos robaron el seguro” fue un artículo que despertó múltiples comentarios y en el que el investigador  Juan Gossaín, daba cuenta en marzo pasado de cómo se cayó el sistema de seguridad social en Colombia.

Entre las causas más evidentes que dejaron  en coma, primero,  a la seguridad social colombiana, y luego, la mataron, figuran los  treinta y ocho billones de pesos colombianos que factura este sistema anualmente  ( un dólar USA equivale a  1772.58 pesos); a la falta de control oficial de las cooperativas y empresas a las que compran los servicios para los pacientes  y el manejo político con que asumieron los distintos gobierno el asunto.

Costa Rica vive desde hace varios años una severa crisis en la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) y en cualquier momento la situación puede estallar, sin que haya paliativos válidos si ello ocurriera.

Hay recortes por todos lados, con un tufo que habla de mejorar la productividad en los hospitales, ven, cómo, el lenguaje económico empieza a permear y a apropiarse del lenguaje de la salud, que es el que debería de primar.

En la actualidad se habla de las llamadas guardias médicas, citas para hospitalizaciones y enormes plazos de espera para recibir consulta con el profesional idóneo, una excusa financiera. No tan financiera, más bien supone una orden política de ver la salud pública como una mercancía más. El sistema público asistencial que años atrás se veía como un asunto de eficiencia a favor del prójimo y contra el dolor o la muerte, hoy se mide, sobre todo, en cuánto ganamos sí reducimos estos servicios y cuál es el superávit que reportaremos al gobierno de turno al final de año.

INCERTIDUMBRE

Cierto  que los días por los cuales pasa el Seguro Social costarricense no son los más felices. El periódico La Nación informó recientemente de que hubo marcha atrás  del  acuerdo mediante el cual las autoridades de la institución no cobrarían los intereses de una deuda estatal por 181 mil  millones de colones ($ 350 millones). Según el diario, de 88.759 mil millones ya pagados,  40 mil millones serán considerados intereses dejados de pagar desde la Administración pasada de Oscar Arias (Caja echó atrás perdón y cobra intereses al Estado)

Quienes entienden la magnitud de los  problemas de la Caja – a veces nos presentan solo el financiero para ocultar el político, el administrativo, la contratación de profesionales  y  la compra y almacenamiento de fármacos, entre otros – saben que está entrando en  agonía. Y en lugar de intervenirla quirúrgicamente con carácter urgente, le aplican placebos como si en la aldea que hoy nos toca vivir no haya  ciudadanos que consideran la omisión, en la mayoría de los casos, una  refinada forma de politiquería y corrupción.

  Para el exactuario de la Caja, Rodrigo Arias López, esto del pago de intereses refleja la intención de “maquillar” la crisis institucional. Debe detenerse  el  maquillaje  de los Estado  Financieros del Seguro de Salud, dijo, pues ello es una violación sistemática  de la Constitución Política y la normativa relacionada con la Caja y los seguros de salud.

En una solicitud  enviada  a los directivos del Seguro Social y a la auditoría interna para que de una vez por todas se sienten las responsabilidades por la difícil situación  en la Caja, de la cual “El Jornal”  tiene copia,  Arias López  sostiene que no es suficiente con que se indique  que ahora ya pagarán intereses dejados de cancelar. Siento que la intención de cobrar los intereses por deudas millonarias no es otra cosa que un esfuerzo de  continuar sin dar  a los asegurados los registros contables reales, destacó a “El Jornal”

El exactuario de la CCSS  se refirió  a declaraciones del expresidente ejecutivo, Eduardo Doryan ( 2006-2010), quien ante una comparecencia ante diputados de la Asamblea Legislativa responsabilizó  a subalternos suyos de no cobrar dichos montos. Pero justo es aclarar también que el sector privado mantiene deudas millonarias con el Seguro, que siguen sin cobrarse, añadió.

Los cálculos que realizan en la Dirección Actuarial de la CCSS están maquillados, pues no utilizan  el costo real por conceptos de obligaciones de la seguridad social impuestas  a la institución en los últimos años mediante leyes. Por eso se requiere la contratación de un estudio independiente, que determine el costo real en que incurre la CCSS en cumplimiento de las obligaciones que le han recargado los distintos gobiernos y el estado real de sus deudas, enfatizó Arias López.

Este alto exfuncionario de la Caja  desde el gobierno del presidente Abel Pacheco,  advirtió a sus superiores  sobre la crisis que padecería la institución,  dado los serios problemas contables y a la  negligencia administrativa  para encarrilar financiera, administrativa y políticamente a la entidad aseguradora.. “ No sé si se trata de  un plan sostenido  para quebrar el Seguro y sea el sector privado el que asuma actividades propias de la CCSS;  lo que sí puedo probar es el estado en que permanece la institución”, indicó al preguntarle sobre el tema.

En la administración Arias la  situación del actuario y profesor universitario se tornó insostenible y debió abandonar  su puesto en la Caja, no sin antes alertar con datos matemáticos a los sindicatos, a diputados y a asegurados, en general, sobre   los graves problemas que tendrían el sistema de pensiones, el seguro del trabajo y la elevada morosidad con las  cuotas obreros patronales.

Según  el periódico de la Iglesia Católica costarricense s durante el 2010 el déficit del sector salud llegó a 94.931 millones de colones equivalentes a un 7,2% de su gasto total, producto, dice, a que los costos por paciente son más altos, el envejecimiento de la población, las variaciones del perfil epidemiológico y el progreso tecnológico (“Eco Católico” 8/4/12).

Exagerado resulta dar por muerta a la consentida de los costarricenses, sobre cuyos hombros, en gran medida, ha descansado la paz social. Sigue anestesiada y en cuidados intensivos. No sabemos si de ésta se salva, solo sabemos por lo ocurrido en otros lados,  que la seguridad social asoma en todas partes como el gran negocio. Como el gran pastel  del cual todos quieren su mejor porción y como  el modelo actual ordena  ganar, ganar y ganar,  espere  cualquier cosa.

 

*Periodista, abogado y notario UCR.

 

 

 

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