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Don Gildo, el mejor gol del Herediano

 

DESDE LA CANCHA

Marvin02
Marvin Solano

 

 

(SAN JOSÉ, JUEVES 02 AGOSTO, 2013). En este fútbol profesional, la exigencia es máxima. Para la mayoría lo que importa es ganar y ganar de cualquier forma. Aunque a veces se aleje de las formas estéticas.

Es un mundo en donde todos creen saber, algunos se consideran especialistas, técnicos y casi sabios. Es común escuchar “claro, así quién no. Si ese equipo juega solo. O qué bruto ese técnico, cómo no se le ocurrió jugar de esta o de aquella manera, ¿por qué no pone a jugar a Juan en vez de Pedro?”. Lo dicen con autoridad aunque en muchos casos nunca hayan visto un entrenamiento. Ni tengan idea de las múltiples labores que debe realizar un director técnico. En donde el trabajo de campo es tan solo uno de los múltiples componentes.

La exigencia es ganar y ojalá jugando como el mejor Barcelona.

Los que trabajamos en esto sabemos que es así. Que dependemos de resultados y que la exigencia será siempre una máxima. Para esto debemos prepararnos no solo para entrenar sino para a veces convertirnos en solitarios, que queremos cambiar el al revés.

Sin embargo, a veces suceden cosas que nos hacen poner los pies en la tierra, nos hacen más placentero nuestro trabajo y entender que en la vida también se gana y no necesariamente con goles.

El sábado anterior después de jugar frente al Santos en Guápiles nos trasladamos a Sarapiquí para jugar por la tarde un partido de beneficencia. Íbamos cerca de La Virgen, cuando el paisaje se vio interrumpido por una figura diminuta, de pelo blanco, con camisa del “Team” y agitando la bandera del Campeón Nacional al paso del autobús.

¡Vieron! Gritaron casi todos. Devolvámonos dijo Josimar y el “Mambo”. Tenemos que ir saludar a ese viejito. Acuerpamos la idea, el bus giró y regresamos 1 kilómetro. Llovía fuertemente y entramos a la casa de don Gildo, quien ronda los 90 años. Ferviente herediano, quien al saber que estábamos de visita en la zona, desde muy temprano atisbaba la pasada del bus.

Invadimos su casa, ante la sorpresa de él y sus familiares. Recibió el saludo de cada uno de nuestros jugadores, nos tomamos fotos y don Gildo todavía impresionado tenía una expresión entre un leve temblor y una gran sonrisa.

Sin duda esto vale mucho más que un gol.

 Los invito a seguirme en mi página www.marvinsolano.com y en el facebook.com/marvinsolanodt

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