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Deporte se escribe con «V»

  PALESTRA

Rafael Ugalde Quirós*
Rafael Ugalde Quirós*

 

(SAN JOSÉ, COSTA RICA, 12 DE FEBRERO, 2016-EL JORNAL). Con bolas o con palos, barras o guantes, con lo que sea, todo deporte requiere, más allá de los implementos propios, del espacio idóneo y de los protagonistas, un poco de vergüenza que, generalmente, no viene en los financiamientos nacionales que no evalúa nadie por clientelismo y celoso cuido de sus puestos.

Por eso estamos tan mal en casi todas las disciplinas y categoría. El deporte olímpico, por ejemplo, es una verdadera renta. Ahora quieren, mediante una ley, más presupuesto dizque para ayudar a los atletas, y esto me parece bien, en lo que difiero es que estoy seguro de que será una normativa sin dientes desde su nacimiento.

De esta manera, los costarricenses siguen invirtiendo miles de millones de colones y el resultado costo- rendimiento sigue brillando por su ausencia en todos los deportes cargados o relacionados con el presupuesto nacional

Ejemplos sobran. El ICODER asumió la organización de los Juegos Nacionales Nicoya 2002 e invirtió la significativa suma de ¢1.255 millones dedicados a cubrir los rubros de infraestructura y organización,.

Qué Un total de 3.100 atletas competirán en las 15 disciplinas suena siempre bien.. A ellos se sumarán los entrenadores, cuerpos técnicos y demás personal de 60 delegaciones cantonales clasificadas, lo que elevará a casi 5.000 el número de personas que deberán ser atendidas en la ciudad pampera. ¡Excelente¡ ¿No?

¿Qué hay de toda esa inversión en infraestructura? ¡Casi nada¡ El abandono, la negligencia, la total falta de programas para aprovechamiento de las obras tiran por la borda el esfuerzos de miles de ticos, inclusive desempleados, que con su falta de trabajo también aportan su grano de arena al deporte.

Y sí pedimos cuenta por los atletas surgidos en esos juegos y que hoy deberían estar en su máximo rendimiento cosechando medallas, entonces no hay responsables y si alguno de ellos aparece tira la pelota para tapar negligencia, irresponsabilidad y falta de resultados en las canchas, en las barras, en las piscinas etc.

Lo digo con cierto dolor luego de ver, por ejemplo, el ridículo de la selección nacional de fútbol femenino que buscaba un pasaje para los juegos de Río de Janeiro. Por lo menos yo no recibo la excusa federativa de que el grupo que nos tocó- Estados Unidos, México y Puerto Rico- es durísimo. ¿ Qué querían una pijamada o una eliminatoria?

Es una verdad a media; una falacia de autoridad, propia del autoritarismo de nuestro país. Lo cierto del caso es que el seleccionado dirigido por la entrenadora Amelia Valverde, quien – para no perder la costumbre de nuestros dirigentes- hizo tras la derrota, una serie de cálculos matemáticos en pro de la clasificación de sus muchachas.

La realidad es que estas muchachas, provenientes de una país que en el 2014 organizó la Copa Mundial Femenina de Fútbol sub 17, hicieron uno de los mayores ridículos completivos, luego de caer 0-5 frente a Estados Unidos.

El ridículo no es tanto por la amplitud del marcador, pues un partido se pierde por un gol o por diez, sino porque es un equipo sin recursos tácticos, sin pulimiento técnico, físicamente deteriorado y mentalmente confuso. Hay retroceso.

¿Dónde está la fiscalización del trabajo físico y mental del seleccionado?   ¿Qué técnicos en materia de fútbol femenino fiscalizaron los avances logrados en el conjunto? ¿Qué experto o expertas hicieron las curvas de rendimiento de cada una de las jugadoras de este seleccionado?

Pongámonos serios sí queremos ir a competir internacionalmente y todavía mucho más serios sí me vienen a pedir dinero para justas deportivas. Mientras no entendamos que es la seriedad, no vamos a comprender porque la palabra deporte se escribe también con uve de vergüenza.

Si no hay un acto de conciencia todo quedará reducido a un error ortográfico, mas sin embargo, cualquier deporte que practiquemos, cualquier profesión que abracemos, si no tiene un mínimo de pudor, todo nos resbalará y es entonces cuando defendemos el puesto como panteras. Esos dirigentes y esos deportistas de barro pasan a la historia con más pena que gloria.

Es más decente apartarse y darse cuenta de que el camino transitado es incorrecto. En el deporte la vergüenza es parte integral del “fair play”.

Periodista, abogado y notario UCR

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El deporte reclama más recursos.

 

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