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“Concachampions” nos deja al descubierto

 

Ugalde

 Rafael A Ugalde Quirós

rafaelangelu@yahoo.com

 

ANÁLISIS

(SAN JOSÉ, 27 DE AGOSTO, 2013). Nunca como ahora la Copa de equipos Campeones de la Confederación Norte, Centroamericana y el Caribe de Fútbol (CONCACAF) dejó al desnudo un balompié costarricense plano, sin “especias”, ayuno de jugadas sorpresivas, y condenado a no avanzar más allá del Río Bravo.

Si bien es cierto dicho certamen está ideado por  CONCACAF para que los equipos de México y Estados Unidos se luzcan en la disputa de una plaza para el campeonato mundial de clubes, también es innegable que los cuadros costarricenses no muestran, al menos en la presente versión, mayor desarrollo. Y solo ellos son responsables de no pasar de “animadores” de este certamen.

Inexplicable dicha situación  si los instructores para  entrenadores enviados a Estados Unidos por la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) para enseñar a los “gringuitos” a jugar fútbol,  son los mismos que promueven  el balompié profesional allá y acá. No llegaron a Estados Unidos de Marte.

Quizá el argumento en torno a que México y Estados Unidos cuentan con abundantes recursos no sea del todo desacertado,. Aceptado. Pero  resulta insuficiente una vez que se analizan los juegos de los equipos ticos  fuera de las fronteras centroamericanas.

Con tres goles en solo quince minutos el Cruz Azul de México dio cuenta  de un Herediano- hoy por hoy el mejor equipo junto a Saprissa-, en un partido propio para psicólogos y sociólogos del futbol,  en cuanto no deben  hacer los jugadores mientras no piten el final.

Cierto que los periodistas y comentaristas deportivos, especialmente figuras tan influyentes como Hernán Morales, Mario Segura, Yasin Quesada y Everardo Herrera, entre otros, sienten horror en dar nombres de los jugadores que   equivocan sus decisiones en un cotejo, no obsta lo anterior para indicar que un jugador de la trayectoria de Cristian Montero, el mismo portero Cambronero y un jugadorazo como Waylon Francis estuvieron en otro partido. Nunca se percataron contra quien jugaban en México.

 

SIN RESPONSABILIDADES

 

La  táctica de los entrenadores de no sentar responsabilidades cuando se equivocan  sus dirigidos está causando estragos en la empresa balompédica, donde todos pueden equivocarse – es de humanos-, pero si quieren nadie rectifica y menos mejorar.

Así por ejemplo, la Liga Deportiva Alajuelense (LDA) sufre en estos momentos la falta de autoridad a lo interno del cuadro para exigir responsabilidades a los integrantes de una de las planillas más caras del fútbol nacional.

Van allí un poquito adentro de Paso Canoas y pierden frente al Sporting San Miguelito 1-0; el defensa Elías Palma llega y dice a los periodistas que como profesionales encaran la derrota y van para Puntarenas a reivindicarse en el campeonato nacional.

Johan Venegas en el partido LDA frente a Puntarenas se va tempranito para la casa  en un partido plano, sin fantasía, pelotazos vienen y pelotazos van por los visitantes. Seguramente cuando Venegas descuente la suspensión por la expulsión en el puerto tiene su premio: asegurada la titularidad.

Es que  “matador” Alejandro Alpizar se dejó  expulsar durante seis fechas del campeonato nacional y apenas concluyó estas “vacaciones” tuvo garantizada su titularidad.

Nadie duda que la LDA ensaya ahora un juego de pases largos – algo nos vino a dejar el Fulhand inglés por acá y nos está enseñando el “Tata” Martínez en el Barcelona- solo que aquí el entrenador Ramírez no cuenta con el biotipo de jugador para este sistema y los rebotes (segundas bolas) son entregadas al rival con ingenuidad, unas veces por Porfirio López, otras por Palma, o Jhony Acosta, Salvatierra, Valle, el “Caya” Alonso , etc.

En fin, cualquier jugador manudo  que se sienta acosado por el rival manda para adelante la pelota,  pues aquella moción elemental que enseñan en algunas escuelas de balompié de la “anticipación” al rival  y quitar la bola al adversario, no se asoma en la Liga, por el momento.

A ello hay que agregar que a sus defensas,   el supuesto juego “por zona”  enseñado por su ex entrenador,  Mauricio Montero,  los tiene en una confusión de padre y señor, no bastando con que “se chollen ” las nalgas, como decía este “chunche”.

Frente  a los panameños y el Puntarenas,  LDA   mostró sus carencias con un José Andrés Salvatierra y Porfirio López  ausentes mentalmente del partido. La llegada de Salvatuerra a primera división  prometió refrescar el fútbol nacional en el corto plazo, mas hoy  pareciera que enfrenta alguna dificultad muy interna, que a lo mejor solo conocen los técnicos de Alajuela.

López, definitivamente con los manotazos que suelta en el área y los  despejes atolondrados cuando el rival le presiona,  deja la imagen que aún no cabe como titular en la parte baja manuda.

LIGAS MENORES

Si bien es cierto los entrenadores Marvin Solano, Oscar Ramírez y Javier Delgado, del Herediano, LDA y Cartaginés, respectivamente,  trabajan en la copa de Concacaf con “material ya hecho”, cierto es también que al jugador costarricense hoy debe exigírseles responsabilidades concretas  por su actuar dentro y fuera del estadio.

Imagínese un club Barcelona, Real Madrid o Manchester City donde los jugadores  dan cuenta física sobradamente los 90 minutos de juego y su cabeza  es un desastre como persona.

Es cuando entran a jugar las ligas menores como encargadas de formar, primero a personas psíquicas, físicas y espiritualmente equilibradas,  entusiastas con la profesión que abrazarán, la cual a la vez les dará la llave luego para obtener algún grado académico que les permita servir a los demás.

Un jugador alfabetizado, con cierto grado de cultura universal,  facilitará las cosas a su entrenador y hace posible el milagro del entendimiento y asimilación, pues fluirán   fácilmente por el don de la comunicación, siendo así la mejor imagen exterior del club.

Categorías inferiores que en el caso de Costa Rica, a diferencia de lo que hacen Estados Unidos y México, enseñan a veces cómo pegarle a un balón, pero nada de técnicas  de jugar sin pelota,  la  “ciencia” de cómo engañar al adversario y poquísimo  sobre la exigencia de concretar en el marco rival cuántas veces se presente la oportunidad.

Así, cuando uno lee declaraciones de Mauricio Montero, ex asistente del entrenador liguista Oscar Ramírez, achacando  la situación actual de los manudos al uruguayo Manuel Keosseián, no queda más que agradecer la nobleza del “chunche” por la fotografía que nos regala del verdadero estado del fútbol costarricense.

Esos pequeños grandes detalles ligados a la división social de un trabajo llamado fútbol,   que empieza en la cabeza y se finaliza con los pies, como son la responsabilidad de cada actor, formación de persona y después del portero, defensa, volante o delantero etc., hacen la diferencia entre un entrenador estudioso, exigente, un futbolista profesional y un club exitoso adentro y afuera.¡No engañemos más a la noble afición!

 

Periodista, abogado y notario UCR

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